Se recibe el encargo de estudiar un local en bruto de un edificio de viviendas en camino de Colmenar de Málaga para su adecuación a clínica dental.
El local tiene un perímetro rectangular y está escalonado longitudinalmente resultado de la adaptación del edificio a la pendiente de la cal le. Tiene acceso desde el camino de colmenar y su trasera recibe luz del patio comunitario del bloque. La altura libre es de 5 m y su superficie de unos 200 m².
El concepto sobre el que se trabaja es el de proyectar «Arquitectura dentro de Arquitectura»:
No debe desaparecer el contenedor. Hay que potenciar su luz y su volumen, esto ayudará a dar amplitud a la clínica. Los usos específicos construirán sus pequeñas arquitecturas relacionándose entre ellas y con el contenedor que las envuelve.
El contenedor se tratará blanqueando sus paredes y techo y elevando sus ventanas al exterior para inundarlo de luz, el suelo escalonado se unifica permitiendo una cámara técnica para las instalaciones. Una lámina de agua en la zona de espera parte de un eje ajardinado añadirá un rumor y frescor a la nueva atmósfera interior.
Los nuevos pabellones, de dimensiones precisas según su función, toman posiciones y reciben luz natural de forma indirecta y cenital desde la envolvente blanca. El diálogo entre
las distintas arquitecturas define la identidad de éste proyecto.