Centro cívico/auditorio en Loja

Concurso de Ideas para la construcción del “centro cívico-auditorio universidad popular” en el área 5 urbanizable de la avenida Enrique Tierno Galván (antiguo ferial) de Loja (granada).

Arquitectos redactores: Emilio Porras Blanco, Sabine Müller, Raquel Julián Morillas, Manuel Cardona Navajas.

El solar se encuentra en el estrecho valle que forma el río Genil, entre la Sierra Gorda y el Monte de Hacho.
La parcela se sitúa en el extremo de una manzana todavía sin construir, pero con un entorno marcado por nuevas construcciones: el chare, la nueva guardería, equipamientos comerciales… Tiene forma rectangular, con una fachada a norte en su calle principal y otra larga fachada oeste que recoge en su desarrollo un desnivel existente entre las dos calles transversales

El edificio aspira a integrarse en el solar como si de un fósil se tratara, un trilobites a la orilla del Genil que hubiera estado ahí desde hace millones de años.

Se estructura en tres franjas bien diferenciadas, en las cuales se distribuirán los distintos usos del edificio. Las franjas laterales servirán para albergar las salas de talleres y aulario, y en la franja central estará el vestíbulo-patio, zona de entrada al auditorio y lugar de conexión entre las dos plantas, donde la circulación de los usuarios será fácil y cómoda, para evitar desplazamientos innecesarios por el edificio.

La envolvente “caparazón” se va adaptando a los usos internos del edificio, tomando mayor altura en el auditorio y descendiendo a menores alturas según el resto de los usos del edificio. El aluminio, como piel se convierte en el protagonista que le da forma y carácter. No hay distinción entre fachada y cubierta, sólo entre basamento y Caparazón.

El auditorio se presenta como la cabeza representativa del edificio, se levanta en altura mirando su fachada norte hacia Loja, con un gran ventanal en el que se enmarca la Alcazaba.

En la fachada norte el giro de la pieza central conforma las entradas, con mayor amplitud la de acceso al público y menor la de uso interno del edificio.
La franja central se gira, marcando la dirección hacia las montañas.

En su atrio central presenta un lucernario que funcionará como si de una fachada ventilada se tratase. El lucernario tiene dos caras:

– la cara exterior que será de paneles fotovoltaicos
– la cara interior que llevará un toldo de aluminio termorreflectante para matizar la luz

En el espacio intermedio entre estas dos caras se colocará un sistema electrónico de control de temperatura para permitir que salga el aire caliente en verano (el lucernario se eleva) y mantenerlo dentro del edificio en invierno. La combinación de dispositivos para dar sombra y de ventilación es eficaz para reducir las temperaturas del atrio.